jueves, 5 de agosto de 2010

La misericordia de Dios

En la entrada anterior hablaba del pecado y de como ese pecado es malo para nosotros y nos hace sufrir. ¿Que pasa cuando uno ya ha pecado?.
Dios nos ama y quiere perdonarnos siempre, pero tambien quiere vernos libres de la esclavitud del pecado y como padre bueno ha puesto a nuestro alcance la mejor forma de librarnos del pecado: "la confesión".

Es el sacramento que más nos cuesta y a la vez que más nos libera, pero nos cuesta por que no lo conocemos bien, preguntas como ¿Que va a pensar de mi el cura?¿Y si me riñe?¿Y si me juzga? son los pensamientos que nos alejan de ella. Yo los viví inumerables veces y en una ocasión estuve más de seis años sin recibir ese sacramento. Sin embargo algo dentro de mi lo quería y lo buscaba y era como en la poesía de Lope de Vega, mañana lo haré, en otro momento,....

Así hasta que empecé a pedirle a Dios las fuerzas y me confesé desde entonces procuro ir regularmente y sigo pidiéndole a Dios las fuerzas cada día para poder seguir llendo, porque se que soy pecadora y necesito el perdón y la misericordia de Dios.


El video del Padre Corapi que os he puesto arriba es muy bueno os recomiendo que lo veaís.
También podeís leer en el Blog del Padre Mario Ortega una entrada muy buena "Infe, lo que usted necesita es adelgazar"

jueves, 1 de julio de 2010

El pecado

Hoy en día no está bien visto hablar del pecado, hay personas que dicen que el pecado no existe, que no importa el pecado...

Siempre nos autojustificamos nuestros pecados con escusas.

Pero para empezar ¿Que es el pecado?

Según el catecismo :

1849 El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como ‘una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna’ (S. Agustín, Faust. 22, 27; S. Tomás de A., s. th., 1-2, 71, 6) )
1850 El pecado es una ofensa a Dios: ‘Contra ti, contra ti sólo he pecado, lo malo a tus ojos cometí’ (Sal 51, 6). El pecado se levanta contra el amor que Dios nos tiene y aparta de El nuestros corazones. Como el primer pecado, es una desobediencia, una rebelión contra Dios por el deseo de hacerse ‘como dioses’, pretendiendo conocer y determinar el bien y el mal (Gn 3, 5). El pecado es así ‘amor de sí hasta el desprecio de Dios’ (S. Agustín, civ, 1, 14, 28). Por esta exaltación orgullosa de sí, el pecado es diametralmente opuesto a la obediencia de Jesús que realiza la salvación (cf Flp 2, 6-9).
1851 En la Pasión, la misericordia de Cristo vence al pecado. En ella, es donde éste manifiesta mejor su violencia y su multiplicidad: incredulidad, rechazo y burlas por parte de los jefes y del pueblo, debilidad de Pilato y crueldad de los soldados, traición de Judas tan dura a Jesús, negaciones de Pedro y abandono de los discípulos. Sin embargo, en la hora misma de las tinieblas y del príncipe de este mundo (cf Jn 14, 30), el sacrificio de Cristo se convierte secretamente en la fuente de la que brotará inagotable el perdón de nuestros pecados.




El pecado tal y como vemos en la definición hiere en la naturaleza al hombre y eso siempre es cierto, cuando pecamos nos hacemos daño a nosotros mismos y nos alejamos de Dios, los pecados siempre nos hacen sufrir de alguna manera, no por "castigo divino" sino por su naturaleza.

El pecado nos esclaviza de una u otra manera.
La única forma de librarnos del pecado es el arrepentimiento sincero y la confesión bien hecha. Liberemonos del pecado.

miércoles, 30 de junio de 2010

¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?


¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?

¿Qué interés se te sigue, Jesús mío

que a mi puerta, cubierto de rocío,

pasas las noches del invierno escuras?


¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,

pues no te abrí! ¡Qué estraño desvarío

si de mi ingratitud el yelo frío

secó las llagas de tus plantas puras!


¡Cuántas veces el ángel me decía:

Alma, asómate agora a la ventana,

verás con cuánto amor llamar porfía!


¡Y cuántas, hermosura soberana:

Mañana le abriremos --respondía--,

para lo mismo responder mañana!


Lope de Vega


Empiezo este blog con este soneto de Lope de Vega con el que tantas veces me sentí identificada.

Al final conseguí abrirle la puerta, pero no lo conseguí sola. Lo conseuí gracias a Dios y a muchas personas me ayudaron y me ayudan cada día, y que Él puso en mi camino.
Al principio me costó encontrar a esas personas por que estaban muy bien escondidas en unas ocasiones y yo no las quería ver en otras.

El caso es que era dificíl hablar de Dios, hablar de Fe, hablar de Amor, por eso hoy abro este blog, por si estás intentando abrirle la puerta y necesitas una mano, . Si necesitas hablar de estos temás aqui me tienes.
Soy Católica, tengo 42 años estoy casada y tengo 4 hijos, esto te lo cuento para que sepas algo más de mi. Espero que te guste mi blog.